
Síntomas de la apendicitis
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Los síntomas de la apendicitis pueden variar y puede ser complicado diagnosticarla en niños pequeños, ancianos y mujeres en edad fértil. De manera clásica, han sido descritos a través de un orden conocido como la patocronia de Murphy. Cabe decir, que estos patrones solo se siguen en el 50% de los pacientes, lo que convierte a la apendicitis en una enfermedad complicada de diagnosticar.
- El dolor empieza en el epigastrio (zona alta del abdomen) o en la región periumbilical (centro del abdomen en la zona del ombligo). Se caracteriza por ser un dolor sordo y continuo, como si de un cólico se tratara.
- Náuseas y vómitos.
- El dolor se irradia hacia el flanco derecho del abdomen y acaba por localizarse en la fosa ilíaca derecha (zona inferior derecha del abdomen) de manera continua.
Podría darse el caso de que alguno de estos síntomas pudiera aparecer antes que otro, lo cual podría provocar una confusión en el diagnóstico. Como ejemplo, podrían aparecer antes las náuseas y los vómitos, y podríamos confundirlo con una gastroenteritis.
Tanto la anorexia (falta de ganas de comer) como la febrícula (menos de 38ºC) están presentes en casi todas las apendicitis. En el momento en el que aparece la fiebre, podemos empezar a pensar que el apéndice ha sido perforado y esto es una urgencia mayor.
A tener en cuenta…
Son muchas las enfermedades que ocasionan dolor en el cuadrante inferior derecho del abdomen simulando los síntomas de apendicitis aguda.
La enfermedad de Crohn, la dierticulitis de Meckel (inflamación de una bolsa o divertículo que el 2% de la población tiene de forma congénita en el intestino delgado), ileocolitis por bacterias como la Yersinia, colitis amebiana, colitis tuberculosa, linfoma, cáncer de colon perforado o alteraciones ginecológicas.
Como alteraciones ginecológicas encontramos el embarazo ectópico, la torsión de un quiste ovárico y el proceso de ovulación del ciclo menstrual (lo más común), pudiendo ocasionar dolor sin fiebre, comúnmente confundidos con la apendicitis. Durante el embarazo, la apendicitis es complicada de diagnosticar, ya que el apéndice se desplaza hacia el cuadrante superior derecho del abdomen.
La presentación clásica de los síntomas, no sucede de igual manera en los niños menores de tres años y lactantes, con lo que el diagnóstico se vuelve más complicado. Esto puede suceder debido a que la apendicitis aguda transcurre muy rápidamente y también a consecuencia de la escasa información que ofrece el paciente.
En los ancianos, la apendicitis aguda también es un proceso grave con gran riesgo de muerte. Los síntomas de la apendicitis, no suelen ser claros por lo que se retrasa el diagnóstico. Comienza por la aparición de un discreto dolor en la fosa ilíaca derecha, sin fiebre ni vómitos, y es muy común la presencia del abdomen hinchado causado por la paralización de los movimientos peristálticos del intestino debida a la apendicitis, lo que se conoce como íleo paralítico.